El
consejero de Sanidad cambia impresiones en el hemiciclo con sus
compañeras de Cultura y Turismo y Familia e Igualdad. / G. Villamil
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Los procuradores del PP han respaldado en el pleno de las Cortes de Castilla y León la decisión de la Consejería de Sanidad de suprimir las urgencias nocturnas en 17 consultorios de salud rurales, medida que ha generado fuerte malestar y contestación social en las localidades afectadas.
El PSOE
presentaba a debate una iniciativa para volver a prestar este servicio
sanitario hasta que la Junta tuviera elaborado el mapa de prestaciones
de servicios que prevé la futura Ley de Ordenación del Territorio. El ahorro del ajuste en estas urgencias cuantificado por la consejería es de 1,5 millones de euros.
«El mismo derecho a salir de un infarto con garantías tiene
una persona que vive en el medio rural que los que vivimos en el medio
urbano», argumentó la procuradora socialista Mercedes Martín. «La
enfermedad no tiene ideología. Por desgracia, el derecho a la salud,
sí», censuró el portavoz de IU, José María González. Juan José Sanz
Vitorio, parlamentario segoviano del PP, acusó a la responsable del PSOE
de «vivir cómodamente en la oposición» y resaltó que la medida de
Sanidad no provoca «desatención», puesto que la media de uso de las
urgencias nocturnas en estos consutorios era de 0,98 pacientes por
noche.
Sanz Vitorio adelantó que el respaldo de los parlamentarios del PP iba a ser «inequívoco». Lo fue. De los que estaban allí. Faltaba la alcaldesa de Ayllón,
Sonia Palomar, cuyo municipio está afectado por estos cierres de
urgencias desde primeros de octubre y que evitó votar en contra de la
reapertura al no asistir al pleno. En el PP justificaron el escaño vacío
argumentando que estaba enferma y que incluso había tenido que ir
médico.
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